que no sé como agradecerles tanto afecto por las pobres líneas de este viejete,
llegando ya a la meta....Besos..
De corazón....
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Mi dolor es mi testigo
y culpable el corazón,
mas, no atiendo a la razón
y a la angustia uno el castigo.
¿Belleza y locura unidas?
¿Tanto el éxtasis da gozo
como pesar y destrozo
proporcionan las caídas?
¿Dejaré de amar, tal vez,
por no sufrir tanto mal,
o a más dolor más querer
para medir por igual?
¿Morir con las manos llenas?
¿Es posible a la criatura
si son tan largas las penas
y tan breve la andadura?
¡Qué de esperanzas truncadas
y de batallas perdidas¡
¡Las manos llevo rasgadas
y echando sal las heridas!
¡No quiero volverme loco
en mi entender, divagando,
que quiero seguir amando
aún recogiendo tan poco!
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Pero.....de ¡VOSOTRAS MUCHO!
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Francisco Novo Alamiunos.
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Un poema al estilo de nuestros mejores clásicos del siglo de oro. El motivo de la fugacidad presidiendo esta semblanza de la vida como camino. Si algo me toca de tu dedicatoria, muchas gracias, porque es un hermoso texto.
ResponderEliminarBien escrito, Francisco.
ResponderEliminarY dedicado a las señoras. Asì se debe hacer.
Un abrazo.
Pensé que al ponerlo hoy, que estaba aparcado,no
ResponderEliminarse leería y...lo he vuelto a poner en la fecha,para borrar éste.
¿Lo dejo aquí también? Es que no quiero perder vuestros amables comentarios que os agradezco vivamente. Perdonad mi torpeza.
Francisco, lo pongas donde lo pangas es una maravilla de poema. Sólo un poeta de tu calibre puede componer letras de estas dimensiones.
ResponderEliminarTe felicito y te animo a que sigas deleitándonos.
Besos