La Alhambra (Granada)

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viernes, 6 de agosto de 2010

NARRACIONES BREVES desde Otívar.

Medianoche en Otívar.
Vienen sin querer a la memoria, las estrofas de
"Noche sosegada" o "Qué descansada vida"...
Sí, exactamente. Noche sosegada. Apenas se mueve una hoja.
Sólo el agudo ri-ri.ri. del grillo, el aullido lejano de perro cortijero
como embebido,y al fondo el susurro contínuo, aromatizado de Río Verde, y nada más, nada más en el campo de Otívar.
Arriba, el cielo palpitante, riente, de blanquísimas estrellasa que parecen
balancearse, y por doquiera la quietud sin sombras de la noche exuberante.
Pocos días después de haber dejado el ajetreo de la gran urbe medio vacía de humanismo, parece como si un abismo se hubiera intercalado en la vida: Todo queda lejos como aletargado, el espíritu se absorbe y es entonces cuando todo hace mella en él; cuando cualquier detalle, cualquier hacer, decir o proceder del hombre
quemado en las duras tareas del campo, hacen pensar a uno que llega del imperio
del ruido, de la prisa, de la esclavitud controlada, de tantísima mentira, y del no vivir....
En una de estas inolvidables noches,repito,cuando parientes, amigos,
vecinos, reunidos en fraternal armonía, cuentan los problemas cotidianos, salpican de chistes las horas en común asueto y hasta respetuosos escuchan cosas y casos sucedidos,a veces,con tinte o fondo de sentido religioso; en una de estas noches, repito, inolvidables,oí historias que cada uno contaba como protagonista de éllas o sucedidas a personas muy allegadas.
Todas breves, impregnadas de respeto, reverencia o fé, que hacían remover los sentimientos del más frío o rudo, y enternecer el alma .
La vana sabiduría, el orgullo y la necia altivez de los engreídos,hará sonreir al leer estas páginas, pero ah, un día cambiarán las cosas, a pesar de todo, y serán estos sencillos hombres los que sonrían de satisfacción poseedores de aquéllo que su sencillez les hizo alcanzar y que nada válió a los sabios, necios, del mundo, bien guarnecidos con el cúmulo de sus agudezas y la altanera elocuencia de sus ditirambos.
Por éllo, me inclino con benevolencia y recojo de labios de mis paisanos,estos relatos que aseguraban, "ésto me ha pasado a mí" o "lo he vivido yo."

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Francisco Novo Alaminos.
Verano de 1970.
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2 comentarios:

  1. que hermoso relato !!! me encanto!!! muy expresivo !!! deseo que tenga un muy buen fin de semana !!! un abrazo!!!

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  2. Bueno, bueno, vuelvo a visitarte, menuda historia nos cuentas, habrá que esperar el final?
    Que pases un buen fin de semana aser posible freco, que ya es decir.
    con ternura
    Sor.cecilia

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