CUANDO ME VAYA. (Testamento.)

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Repaso los testimonios vuestros, después de
casi un año de publicar estos  versos, y me hacéis llorar;
los escribí en la calle de un tirón, apenas cambié unas tres o cuatro palabras,
porque al escribirlos fué como un fogonazo y no podía detenerme. Hoy " estoy
solo", parece que últimamente escandalizo, " mi pueblo apenas existe",
los lobos, despedazado, lo tragan: El mundo es una vieja Sodoma,
las víctimas se salvarán....
Los vuelvo a transcribir otra vez por
si alguien no los leyó. Os quiero. Un abrazo.
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Cuando me vaya,
te dejaré de par en par abiertas
las puertas del espacio
y sin testigos fatuos de cavernas
podrás hallar cuanto te quise
en el candor de cada estrella.

Cuando me vaya
te dejaré las llaves del abismo nuevas
y preguntarás
mordida por la pena
las veces que bajé para llenar
mis ojos ya cisternas.

Cuando me vaya
recorrerás los montes y hollarás las sierras
y en cada brizna encontrarás
tu nombre dibujado y como hiedra
trepando con la brisa hasta las copas
del roble y de las hayas más soberbias.

Cuando me vaya
no encontrarás tal vez expuestas
mis cartas en vitrinas
ni en anaquel mis versos a la venta,
¿qué importa? te dejaré
la sombra de mis manos pobres pero expertas
en hazañas de luceros
y perfume de azucenas´

Cuando me vaya,
si alguna vez te enteras,
(te enterarás por mí cuando me vaya,)
te enterarás que no tenía apenas
atributos  encomiables (1)
como presumen tantos necios en la Tierra,
pero tenía un corazón de alfanje
y un alma aventurera
para enfrentarme al mundo sin ruidos
y vencerlo a mi manera.

Cuando me vaya
sabrás como yo quise y a sabiendas
de que mi amor caía desolado muchas veces
en muladar reseco o en escarcha mañanera.(1)

Cuando me vaya
te dejaré las playas y la arena,
y la espuma de los mares,
y el horizonte y la pradera
y la mirada limpia
de los niños que un día por la cera
me rozaron y desde dentro,
(reflejando mi cariño en su nobleza)
musitaron:
Es un poeta.

Cuando me vaya
te dejaré la risa y su quimera,
la muerte acechando en cada esquina,
el odio, la avaricia, la contienda,
la verdad y mentira entrelazadas,
la libertad famélica,
el amor carnoso y harapiento,
y la belleza sola, dolida y huérfana.
Todo lo dejaré
para que entiendas
que con todo el mundo entre las manos
es más rotunda la pobreza.

Cuando me vaya:
(Qué cerca
la partida y qué lejana
parece a quien no espera,)
cuando me vaya
te dejaré mi alma oliendo a hoguera.
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18-10-1995.
Francisco Novo Alaminos.
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(1) Palabras parece ser no admitidas,
pero buenas para mí, y omito mis razones.
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