( Así lo contó tía Gertrudis. emocionada.)
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IV.
Hacía rato que habíamos cenado y nos fuimos a descansar mi marido y yo.
Nos pusimos en la cama; yo, de un soplido apagué el candil que era nuestra luz al
hacerse de noche. Casi de madrugada, un ronquido brusco y raro de mi marido me despertó.
Lo traqueteo, lo llamo; no responde y el ronquido se hace más profundo , temo, y asustada
me incorporo y busco las carillas. Enciendo el candil y me inclino sobre él para tratar de
reanimarle, pero el pánico se apodera de mí, mi marido agoniza. El cortijo a unos kilómetros por
caminos oscuros, tortuosos , muy desiguales y yo sola en el campo; había llovido abundantemente y para llegar al pueblo era necesario cruzar el río muy crecido por la lluvia.
No sé ni como me vestí; abrí la puerta y gritando enloquecida salí corriendo.
Efectivamente, el río bajaba practicamente infranqueable pero ni me detube a mirar por donde podría vadearlo pues las grandes piedra por donde saltábamos para cruzarlo habían desaparecido.
Solamente después de volver de nuevo al cortijo acompañada por mis cuñados y el médico,
caí en la cuenta de que era practicamente imposible cruzar el río sin cabalgadura, y de que
el miedo y el dolor me impidieron ver la imposibilidad de franquear la corriente, pero creo que
me ayudó una mano invisible en aquel trance, ya que de otro modo no comprendo
como pudiera valerme por mi sóla sin medios y además a oscuras, en noche invernal tan cerrada. .............
Pienso yo, que Dios siempre está con nosotros cuando nuestra mente y nuestro corzón,(a pesar las mierias diarias,) están abiertos a El.
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Francisco Novo Alaminos´
Otívar, verano del 1970.
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Muy emotivo y lindo relato, amigo.
ResponderEliminarUn placer leerle.
Saludos desde Extremadura. Carmendy
Francisco amigo mio,guarda este precioso relato corto,dentro de poco van a pedir relatos cortos en concursos literarios y este es bellisimo.Besos de luz amigo mio para que te sigan alumbrando tu camino.
ResponderEliminarBuen relato.
ResponderEliminarY muy acertado.
Èl, siempre està.
Un abrazo.
..Si Francisco aunque no creamos y no lo veams ,siempre está..como dice un hermoso porme.."cuando viste en la arena tan solo un par de pisadas,fue justamente allí,cuando yo, te cargué en mis brazos!!
ResponderEliminarque descanses mi querido amigo..hasta mañana!!
besote y abrazo para ti!!
Un precioso relato que está en tu mente, siempre tuyo.
ResponderEliminarBesos amigo
Vengo a agradecerte tu visita a mi pequeño rincón poético y tu decisión de quedarte con nosotros, como acabo de hacer yo después de darme una vueltecita por tu casa y ver la divina manera con la que manejas la pluma de tu corazón mojada en la pluma de tus sentimientos... Porque, realmente, tus escritos logran llegar al corazón del lector y hacerle sentir lo que, en este caso, sentía la pobre mujer del marido agonizante... Y me ha gustado mucho el final: "Dios aprieta, pero no ahoga" y "cuando cierra una puerta, siempre abre una ventana"...
ResponderEliminarEspero que este primer contacto sea el primero de muchos más, y que lo que comienza en conocimiento vaya creciendo en compañerisno fraterno...
Un beso y una flor
BONITO RELATO....CIERTAMENTE SIEMPRE Y EN MOMENTOS ASI RECIBIMOS AYUDA.
ResponderEliminarGRACIAS POR VENIR A MI CASA Y QUEDARTE,YO YA NO ME MOVERE DE AQUI.SALUDOS
Interessante relato! A vida está sempre nos mostrando a ajuda divina. Um abraço fraterno
ResponderEliminarEs un relato que en su brevedad concentra gran fuerza expresiva. Narrado en voz de Gertrudis, profundiza en el tema de la fuerza que confiere la fe en una situación aparentemente sin salida.
ResponderEliminarSupongo que no será un relato aislado sino parte de una "colección" de reminiscencias de Otívar.
Sinceramente, muy bueno.
Un saludo
Impresionante. Me encanta la forma de narrarlo, tan cercana, tan palpable, tan real.
ResponderEliminarY evidentemente el contenido es magnifico
Gracias por compartirlo
Me impactó tu relato.está muy bien armado,tiene emoción,es creíble,al leerlo me imaginé cada escena,como si hubiera sido esa misma mujer,cada detalle es impresionante;cruzar ese río,en medio de la noche...
ResponderEliminarPero la luz de Dios ,siempre está.
¡felicitaciones!
Te hiciste seguidor de mi blog de Asturias y ahora te incluyo dentro de mis amigos/as de mi otro blog El Grito de Printova.
ResponderEliminarhttp://www.elgritodeprintova.blogspot.com/
¿Te animas?
He vuelto a poner un nuevo reto y vengo a avisarte por si quieres participar en él. Ya que la otra vez no avisé y muchos no se enteraron.
Recuerda, también puede ser un pequeño texto.
Un besote enorme.
Ensalzador relato que pone de manifiesto el coraje de las personas a la hora de vencer obstáculos. El poder de la voluntad va mucho más allá de lo imaginable. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarMuito bonito e emocionante seu texto.
ResponderEliminarObrigada pelo carinho de sua presença
e palavras gentis ....
Bjo e um Dia de Paz.