INSINUACIÓN LÍRICA.-6

Yo era para élla algo diferente, para sus ojos y para su corazón.
Creía en mí, en mi palabra aún sin comprenderla siempre.
Aceptaba cuanto yo le insinuaba; bastaba verla a mi lado para
percatarse que estaba enteramente sumergida en mí...en mis deseos,
en mi voluntad...Yo era como su mismo espíritu, me amaba con su corazón y
a la vez con el mío propio. Todo ésto era para mí y yo para élla
aquel ángel de mujer que surgió en mi vida y que como por encanto también,
desapareció dejando sólo en mi camino la silueta de su figura dulcísima...
No obstante,tú has robado hasta tal punto mi ser, que diríase como si yo
fuera contínuamente protegido por tus ojos grandes; que tus manos no se apartan de mí; que tu boca es el ambiente musical que envuelve y baña mi pobre vida de poeta,
¿Qué has hecho para cautivarme de tal manera? Tus inmensas
pupilas son el mar de mis delicias; tus labios los campos apacibles de mis sueños;
tu palabra el airoso repique de todos los himnos amorosos en mi alma y como si mis cinco sentidos se abismaran en tí. Saltan mis lágrimas cuando la malicia de mis
enemigos o amigos desleales me traicionan, pero el arpa divina de tu ca ndor, disi-
pa mi amargura y el encanto de tu serenidad tangible me tranquiliza.A veces, la cólera remueve mis entrañas, pero la paz de tu mirada me columpia en océano de indescriptible alegría...El odio intenta asomarse a mi corazón porque los aguijones
han sido intensos, pero tu amor enciende hasta las fibras buenas apagas en mí,
y allí donde parecía estallar la rebelión más violenta, irrumpe el canto placentero
de la templanza. Si, ciertamente, a veces vuelve la marea, somos humanos,todo se remueve, pero la vida junto a tí y el gozo de tenerte, derraman en mí el balsamo
de la ilusión y sonríe la vida. Tu sólo nombre, que beso en silencio, me hace recobrar fuerza y marcho seguro cuando casi todo a mi alrededor, sucumbe bajo la materia, la hipocresía, la mala fe y la traición más solapada.

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Francisco Novo Alaminos
1960 al 65.
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